La persistencia de la memoria selectiva en la sociedad colombiana: ¿Qué papel cumplen los medios de comunicación en este resurgimiento histórico?
The persistence of selective memory in Colombian society: What role does the media play in this historical resurgence?
Johanna Valencia Hernández
Cómo citar este artículo: Valencia, J. (2016). La persistencia de la memoria selectiva en la sociedad colombiana: ¿Qué papel cumplen los medios de comunicación en este resurgimiento histórico?. e-ikon (3), 3, 24- 28.
Resumen
En este artículo se pretende realizar una serie de reflexiones sobre las causas generadoras de la violencia en Colombia donde se analiza el resultado de la permanencia de la violencia, unida a la indiferencia, e ignorancia que rodea a la población colombiana. Así pues, se expone si es posible que los medios de comunicación han aprovechado el alto índice de analfabetismo, la ignorancia histórica y política, la crisis social en los cascos urbanos para difundir mensajes implícitos en el cine, las noticias, y la televisión, con un lenguaje persuasivo sembrado objetivos específicos para promover diferentes hechos que han dado como resultado una Colombia altamente dividida, violenta, e indiferente.
Palabras clave: violencia cultural, educación, historia colombiana, conflicto, posconflicto
Abstract
This article intends to make a series of reflections on the causes of violence in Colombia, where the result of the permanence of violence, together with indifference and ignorance surrounding the Colombian population is analyzed. Thus, it is exposed whether it is possible that the media have exploited the high rate of illiteracy, historical and political ignorance, the social crisis in urban centers to spread implicit messages in the movies, news and television, with a persuasive language, planting specific objectives to promote different facts that have resulted in a highly divided, violent and indifferent Colombia.
Keywords: cultural violence, education, Colombian history, conflict, postconflict
Introducción
Colombia es un país marcado desde sus entrañas por desigualdad, corrupción, violencia e indiferencia que ha dejado en evidencia ante la comunidad nacional e internacional lo fácil que se puede manipular la información, el poco análisis crítico, el desconocimiento histórico, y la falta de sensibilidad que hay en la población urbana. Así pues, en el afán de imitar los modelos económicos y la cultura europea, se desconoce la realidad del país. Por ello, Colombia se encuentra en una crisis generalizada de indiferencia frente a problemas tan graves como la persistencia de todo tipo de violencia, (violencia directa, violencia estructural, violencia cultural) lo que ha hecho abandonar la posibilidad de ver un país en paz.
Para el documento, se tomaron dos enfoques de estudio acerca de las razones que dan como resultado la permanencia de la violencia. La primera tendrá que ver con los medios de comunicación de masas abordado por Wolf sobre la teoría funcionalistas de la comunicación de masas donde se analizará diferentes producciones para cine y televisión entre los años 2009 y 2015. Y el segundo enfoque se direccionará por medio de las lecturas realizadas del informe de la comisión histórica del conflicto y sus víctimas (CHCV). Y en diferentes teorías de comunicación como las de Jesús Martín Barbero en su libro De los medios a las mediaciones. En este documento vincula directamente un artículo publicado en el año 2015 en la revista facultad para educar edición N (24) de la Escuela de Administración y Mercadotecnia del Quindío - EAM donde se retoman enfoques históricos que permanecen en este nuevo documento debido a la necesidad de trabajar temas de posconflicto y su relación con la educación.
Orígenes y causas de la violencia en Colombia
Por medio de los ensayos del CHCV se encuentran varias causas del conflicto en Colombia, cada ensayista propone diferentes acontecimientos que generaron la violencia. Sin embargo en términos generales acordaron que son dos ejes temáticos los que desataron los acontecimientos tales como: el control sobre la tierra y sobre el estado, sobre, estos dos hechos se desatan diferentes acciones que repercuten hasta en los rincones más apartados del territorio nacional. Acá también se puede afirmar que la geografía del territorio contribuyó a que los grupos armados que surgen en defensa de las políticas gubernamentales tuviesen la oportunidad de crecer vertiginosamente y esconderse entre las montañas casi inexploradas.
El surgimiento de la industria en Colombia, una Latinoamérica en guerra y una expansión de partidos de origen comunista dio como resultado la ola de violencia política, en la que se asesinó por manos de militares a una cantidad inestimable de trabajadores, sindicalistas, estudiantes, profesores, periodistas y políticos que marcan otra etapa de violencia, y es allí donde la propaganda política llega a los hogares por la radio y posteriormente por televisión, incitando a defender sus ideales y sembrando el miedo que traería consigo la instauración de un modelo económico socialista que rompía con las costumbres tradicionales de un país conservador y católico.
El desarrollo económico, el crecimiento de la población, el desplazamiento de los campesinos hacia las ciudades fue creando una serie de hechos que venían apareciendo en la urbe, allí la violencia, el narcotráfico y la desigualdad se instauran in en la idiosincrasia de los colombianos. Para la década de los ochenta las ciudades se expandía rápidamente y la ola de violencia juvenil se dio lugar en las comunas de cada ciudad, No nacimos pa´ semilla es un libro del escritor Alfonso Salazar, (1990) cuenta cómo se da esta etapa de la historia, donde ya no solo en Colombia se vive la violencia en el campo sino también en las ciudades.
Segundo periodo “el narcotráfico”
No es un misterio mencionar que a nivel internacional, Colombia es conocida por ser la primera potencia en producción de cocaína y no por ser un país con grandes riquezas naturales y culturales o por los músicos que han inflado de orgullo al falso pensamiento patriótico que dicen tener los colombianos. El ingenio de los colombianos para poder hacer crecer este negocio de modo tan prospero para unos pocos, sembró en los jóvenes de clases bajas una posibilidad de salir de las cloacas que tenían como hogares, para alcanzar el poder y la riqueza que tenía la alta sociedad.
El ideal de vida buena y felicidad no se dio desde las bases de la educación y el trabajo, sino de escalar en los grupos de delincuencia común. Que al parecer vendían en los jóvenes las ideas de una vida mejor a la que siempre habían tenido. Del narcotráfico no solo se heredó los carteles de mafias y miles de víctimas, también el icono más reconocido “Pablo Escobar”, la imagen de este personaje es mitificada por la cultura popular y de los directores de cine, que no parecen recordar la cantidad de víctimas con las que tiño de sangre el país, sino que además después de más de 20 años de ver su vergonzoso aporte al crecimiento económico de la nación los canales privados con mayor audiencia en la población transmiten no solo una, ni dos, ni tres veces la vida de este personaje sino que necesitan una cuarta versión de este mesías de los pobres.z
Como no creer que la televisión juega un papel determinante, en la construcción de memoria, si se multiplican estas producciones que no hacen otra cosa que validar con un lenguaje popular las razones que determinaron las decisiones de estos personajes que marcaron la historia con sangre y que construyeron las escuelas de sicarios que paulatinamente se vincularon a los grupos paramilitares responsables de los crímenes más atroces cometidos en América. Para abordar la televisión en Colombia como elemento significativo en la permanencia de la violencia cultural, observada de manera empírica desde un análisis sobre diferentes producciones cinematográficas, y series de televisión que surgieron en diferentes épocas de Colombia, pero con mayor auge entre el 2009 hasta el 2015
También, se puede apreciar una marcada tendencia sobre los temas de las narco novelas como icono representativo de la cultura colombiana, donde sus directores expresan desarrollar cine de denuncia, pero terminan creando un culto a la cultura narcotraficante, que evidentemente mostró ser muy rentable para las grandes productoras de cine y televisión. Razón por la cual no solo es suficiente una sino que debido a su éxito se producen varias versiones de la misma serie a nivel nacional e internacional como, El Capo I, II, III; Pablo Escobar: el patrón del mal; El cartel de los sapos, Rosario tijeras, Tres caines, La viuda de la mafia, Sin tetas no hay paraíso, Sin tetas sí hay paraíso, Pandillas guerra y paz I, y II; Alias el mexicano, etcétera,
No se puede asegurar que si este tipo de series de televisión no se transmitieran en los canales de mayor audiencia en Colombia como lo son caracol y RCN, los colombianos serían más cultos y menos propensos a la violencia directa, Violencia estructural, y Violencia cultural. Galton. Cabe resaltar que Colombia tiene un macabra historia escrita con sangre y balas, que ha permanecido reajustándose a cada momento histórico, y que para desgracia de las generaciones venideras no parece mostrar su ultimo capitulo.
Conclusión
Se puede afirmar, sin lugar a dudas, la inestabilidad de un país que por muchos años has sido arrasado, saqueado, se ha violado los derechos humanos y el Estado ha ignorado las necesidades básicas de la población más pobre. Es más que lógico que la misma sociedad busque una solución a sus problemas. Esto es una respuesta inmediata y lo ha demostrado la historia desde las primeras civilizaciones pasando desde la edad media, la caída de los grandes imperios las grandes revoluciones las guerras mundiales, y ahora las guerras civiles. La condición humana buscar satisfacer sus necesidades más básicas e intenta construir una sociedad que le permita sembrar las bases de una vida tranquila. Pero, cuando al hacer el trato con el Estado este no cumple con su parte de proveerle lo mínimamente necesario es justificable cualquier acto de rebelión.
También, es importante retomar acá la importancia de la educación para dar una vía analítica a todos los aspectos sociales, culturales y sicológicos que dieron como resultado todas esta barbarie, ya que se cree firmemente que la educación no solo sirve para construir grandes edificaciones o generas grandes avances tecnológicos y científicos, la educación brinda al ser humano la posibilidad de construir una visión de mundo, por ejemplo Jiménez manifiesta que:
La educación es más que promover la habilidad de escribir y leer. Es también aprender sobre la vida, el crecimiento junto a los demás miembros de la sociedad, cultivar la mente y el cuerpo, comprender la diversidad del mundo y adquirir una mente abierta que ayude a fomentar la democracia, la paz y la prevención de la violencia y los conflictos. (Jiménez, 2008: 24)
Al retomar los acontecimientos vividos en Colombia desde 1964 hasta la fecha, una de las tantas razones como exponen los ensayos de la comisión histórica del conflicto y sus víctimas (CHCV) han sido creer que la sociedad colombiana es una sociedad violenta y es necesario entender que el conflicto es algo inherente al ser humano. Este principio dialectico es el que hace que cada hombre busque el cambio y en esa búsqueda del cambio, La rebeldía y la violencia pueden surgir como única opción en algunos casos, ya que esta les brinda una posibilidad de generar cambio y dar una opción diferente de vida.
Cuando esto sucede juega un papel muy vital la educación ya que en una sociedad devastada por la guerra y donde las secuelas psicologías han marcado el imaginario colectivo, es difícil pensar en una sociedad que es capaz de no recaer en la violencia. La sociedad colombiana vive hoy en el 2016 una etapa positiva nunca antes vista y se da porque por primera vez en la historia se ha notado la voluntad política. Por ello, la misión como docentes es reflexionar frente al papel como educadores y en este caso es de vital importancia reconocer que el futuro profesional podrá tener la capacidad de entender la importancia de los acontecimientos que hoy se están viviendo y formar parte del cambio social, político, cultural, económico e histórico que Colombia vive
Si continúa la apatía e indiferencia para los acontecimientos ¿Qué clase de profesionales se entregarán a la sociedad? El docente deberá proponer un cambio positivo y estos cambios serán; Buscar transformar el enfoque de los medios de comunicación. Trabajar en una cátedra formativa desde el ciudadano que ha sido heredero de la una historia de posconflicto. Desarrollar un modelo de educación que no limite las formaciones democráticas que se dan por ley en los centros educativos sino que se vea reflejada el pensamiento político y social transversal izado en todas las clases. Fomentar la cultura de la paz por medios de comunicación, televisión, arte, cine, teatro, deporte etc. Sensibilizar, instruir y aplicar desde la escuela hasta la universidad a todos los docentes para que se encarguen de promover una visión social y política de la importancia de formar y preparar a los estudiantes para vivir una nueva Colombia capaz hacer que la palabra paz sea una realidad. Y Creer que los hechos históricos servirán para lograr cambios positivos sin rencores hacia el pasado es una necesidad urgente ya que la reconciliación, es la mejor manera de mostrar a que si era posible y así replicar este eco a todas las naciones que hoy como colombina viene en guerra.
Referencias bibliográficas
Cano, E. (2015) Diplomado escuela de paz y liderazgo. Pereira: Universidad tecnológica de Pereira.
Jiménez, D, Cuerrea y Loewenherz, V. (2008). Educación en emergencia. Madrid: Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria
Infante, A. (2014). El papel de la educación en situaciones de posconflicto: estrategias y recomendación. Hallazgos (21), 223-245
Galtung, J. (2014). Violencia cultural. Recuperado de https://www.gernikagogoratuz.org/web/uploads/documentos/202892edd66aafe5c03dacf1298fd7f8938fae76.pdf
Enlaces refback
- No hay ningún enlace refback.